Está muriendo la poesía
cuando llegue el final de sus días
para que pueda descansar.
Llevadla por favor,
llevadla.
Que yo ya no estaré aquí.
Pues la obra muere después del maestro,
y si ella está muerta ,...,
es que yo desaparecí.
Autora: Nuria L. Yágüez