El mar ,que tantas poesías evoca,
recuerdos de un amor que naufragó,
tanta agonía de sábanas frías,
y no fue la tormenta quien se lo llevó.
Fue la muerte, quien está siempre atenta
a llevarse lo que hizo nacer el amor.
Muere el misterio, el juego, el flirteo.
Y nace la desidia entre los dos.
Si estás aun dispuesto.
Si merece la pena arriesgarte a un “ya no”.
Cambia de rumbo y vuélvete al puerto,
pliega las velas y enciende el fuego de la pasión.
Que ella aún espera en la playa desierta
Pensando en poesías que el mar se te tragó.
Autora: Nuria L. Yágüez